sábado, 26 de noviembre de 2011

¿Quién da más?

 La lectura no solo proporciona información (instrucción) sino que forma y, sobre todo, educa, creando hábitos de reflexión, análisis, esfuerzo, concentración...Recrea, hace gozar, entretiene y distrae. 
 Una persona con hábito de lectura posee autonomía cognitiva, es decir, está preparada para aprender por sí mismo durante toda la vida. 
 En esta época de cambios vertiginosos en la cual los conocimientos envejecen con rapidez, es fundamental tener un hábito lector que nos garantice tener conocimientos frescos y actualizados pues ello nos vuelve laboral y académicamente más eficientes y competentes en el campo laboral o académico.
 Tener una fluida comprensión lectora, poseer hábito lector, hoy en día, es algo más que tener un pasatiempo digno de elogio…Es garantizar el futuro de las generaciones que en este momento están formándose en las aulas.
  En el acto de leer, se establecen conceptos, juicios y razonamientos ya que, aunque no seamos conscientes de ello, estamos dialogando constantemente con el autor y con nuestra propia manera de ver y entender la vida.
 La lectura es una afición que dura toda la vida y que puede practicarse en cualquier tiempo, lugar y circunstancia. Nos libra de los males de nuestro tiempo: la soledad, la depresión y el consumismo compulsivo. ¿Quién da más?

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